
Gestores Públicos, en busca de
líderes para el cambio
En estos momentos de grandes
cambios, grande avances, en el que nada está quieto, la ciencia y tecnología
va a pasos agigantados; tenemos al
95%[1]
de científicos de la toda la historia de la humanidad, vivos, investigando, descubriendo cosas nuevas, contribuyendo con el desarrollo de la ciencia; otro
tanto de ingenieros está buscando soluciones a problemas existentes; cada día
se inventan cosas nuevas que nos hará que vivamos mejor. El mundo avanza, crea,
inventa, descubre, y ¿nosotros que estamos aportando? ¿Qué está aportando el
gestor público para con sus organizaciones? ¿Qué propuesta interesante,
innovadora, se ha planteado en los últimos tiempos en nuestro país, en el
sector público, que haga que vayamos al ritmo del resto de los avances? Sin
duda que, aportes si han ocurrido, pero no en la calidad y cantidad suficiente; los organismos públicos se están quedando rezagados en el camino del desarrollo
y la innovación. Ocurre que no hay liderazgo para poder llevar estos cambios.
Se necesita de gestores de cambio, de pioneros de paradigmas, de personas a
cargo de las instituciones públicas con capacidad para poder realizar cambios
tan necesarios en el sector.
Sin duda que las organizaciones
se parecen a quien las dirige, y también que no hay dos organizaciones iguales,
por cuanto no hay dos personas iguales; desde esta óptica necesitamos lideres
que rijan nuestra organizaciones públicas que generen cambios positivos en las organizaciones públicas, que resuelvan
problemas, que modifiquen las formas de hacer las cosas; hablábamos de pioneros
de paradigmas, pioneros de cambios revolucionarios, que reúnan las
características de aquellos, entre las
que se encuentran: i) Tener conocimiento para poder llevar a cabo los cambios,
ii) Voluntad para realizar estos cambios; y iii) Perseverancia, para no
darse por vencido y saber que estos cambios toman su tiempo hasta que se pongan
a punto, hasta que puedan contribuir en la búsqueda de un mundo mejor.
Los desafíos y retos que tiene
nuestro país exigen de nuestra parte la construcción de un liderazgo renovado,
efectivo y de amplia visión, que sepa conducir a nuestra sociedad por un camino
de respuestas concretas a los problemas, un camino de consensos y
gobernabilidad que garantice, en el largo plazo, la estabilidad para el
desarrollo. Si bien es cierto que hay mucho por hacer, también es cierto
que si todos contribuimos desde nuestros lugares, podremos logar empujar estos
cambios tan necesarios para el desarrollo de nuestro país. Con buenos lideres
en el Estado, y que hagan su trabajo correctamente, estaremos dando el primer
paso hacia la institucionalización, aquella que nos hace tanta falta.
El tema ético no podría estar
ajeno a este liderazgo, un buen gestor público debe ser guiado por acciones éticas;
quisiera a manera de finalizar este articulo señalar las palabras al respecto
de (Cuneo, 2010) “Por eso es
necesario que el líder se convenza, que para ser competitivo en el total moderno
e integral sentido de la palabra, debe ser ético y que este estilo de liderazgo
además de garantizarle la sostenibilidad de su empresa, le otorgara la satisfacción
personal, intelectual y espiritual. Frente a las grandes decisiones, el líder debe
preguntarse si al tomar sus grandes decisiones apunta también a la búsqueda de
un país prospero, pacifico, democrático y justo”.
BIBLIOGRAFÌA
Cuneo, F. (2010). ¿Qué tipo de liderazgo necesita el
Perù? Diario Gestion , 31.
Liderazgo, C. V. (18 de
mayo de 2010). nstituto Centroamericano de Estudios Políticos.
Recuperado el 06 de 06 de 2014, de LIDERAZGO POLÍTICO PARA UN NUEVO SIGLO:
http://www.gobernabilidad.cl/modules.php?name=News&file=print&sid=183
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