EDUCACIÓN Y DESIGUALDAD
El
presente es un resumen del artículo presentado por STEPHEN MACHIN, que pretende
analizar el impacto de la educación en los resultados económicos y sociales de
las personas, y como la educación está ligada a la desigualdad y su desventaja,
sobre el entorno familiar (Ingresos) y los aspectos de la vida económica y
social. Se suele mencionar que una mayor educación es causa directa de mayores
ingresos, así como mayores ingresos permiten acceder a educación “élite”, que
con menores ingresos no podría hacerlo. Siendo en la actualidad que la
educación es más importante para el mercado de trabajo de lo que era en el
pasado, estos cambios han alterado la distribución de los salarios y el empleo,
originando que la desigualdad afecte al mercado laboral, a raíz de
combinaciones del cambio de la demanda y oferta de más y menos trabajadores
altamente calificados. Investigaciones en diversos países han señalado que en
hogares más educados ha aumentado el salario familiar o empleo relativo, y que
por el contrario, en hogares menos educados ocurre lo inverso, encontrándose un
descenso significativo. Sin duda que la educación aumenta las ganancias.
La
educación está ligada a las desigualdades económicas y sociales experimentadas
a lo largo de la duración de la vida de un individuo, esto incluye el pre
kínder, kinder, primaria, secundaria y universitaria. Las brechas en las
habilidades cognitivas y no cognitivas surgen antes de que los niños vayan a la
escuela, y estas brechas están estrechamente vinculadas a desigualdades de
ingresos en sus hogares, las habilidades en los niños son rastreables a
temprana edad y estas habilidades son factores claves de éxito económico y
social. Todo en base a la capacidad económica que tengan las familias de
acceder a mejor educación. Está demostrado que el rendimiento escolar es
significativamente menor para los niños procedentes de entornos desfavorecidos[1],
incluyendo mayores probabilidades de deserción escolar, y menor nivel de
calificaciones a través de los años escolares. Pasado la etapa escolar, la
desigualdad y desventaja social sigue siendo importante en la siguiente fase de
la educación, donde es evidente que las desigualdades educativas vinculadas a
antecedentes familiares tienden a persistir y convertirse en más grande. La
desigualdad y la desventaja tienden a reducir la probabilidad de participar en
la educación superior, demostrándose que las personas de ingresos más bajos
tienen significativamente menores tasas de participación a nivel universitario.
El autor presenta un cuadro con la tasa de participación de logros educativos
en educación de adultos, demostrándose que la tasa de participación es más alta
en los países para los más educados. La persistencia de los problemas de
habilidades a través de la vida adulta no solo es malo para los individuos (En
términos de desempleo, privación y así sucesivamente) sino también para sus
familias y el rendimiento educativo de sus hijos (Según estudio PISA). Siendo
que los países deben adoptar políticas sociales a fin de dar oportunidades para
la educación y distribución de logros educativos, buscando la respuesta a por
qué los hogares pobres en muchos países tienden a “menores inversiones” en
educación.
La
pregunta es ¿Qué sucede con el impacto económico de la educación? La mejor
educación se asocia con salarios más altos y mejores perspectivas laborales. De
acuerdo a la Función de Ingresos[2],
herramienta utilizada por los economistas laborales, se analizó diferencias de niveles
salariales que obtienen personas con niveles de educación superior con los
niveles no terciarios postsecundarios en 15 países. De acuerdo a los
resultados, las personas que adquieren más educación se les paga más (Y mejores
puestos de trabajo, obvio), siendo este un retorno a la persona que realizó la
inversión. Siendo así que el acceso a una mayor educación conduce significativamente a más altos ingresos. Sin
embargo, esta función tiene sus detractores por ser muy “simple”, señalando que
para identificar las brechas entre las ganancias, diferente nivel de educación
y la escolarización, no contienen todo el conjunto de variables que, en el
mundo real[3] se
relacionan con el potencial de ganancias.
En
esta sociedad contemporánea, más personas tienen acceso a mejor educación que
en el pasado. Esto ha tenido importantes implicaciones para la desigualdad del
mercado laboral y cómo ha evolucionado en el tiempo, ya que la educación, hoy,
es más importante para los resultados del mercado de lo que ocurría en el
pasado. De acuerdo con la economía estándar normalmente se cree que, a partir
de una posición, la oferta y la demanda están perfectamente igualadas (en un
mercado competitivo), un aumento en la oferta de graduados debe, ceteris
paribus, conducir a una reducción en el salario relativo entre graduados y no
graduados porque los empleadores tienen una gama más amplia de personas
igualmente calificadas para poder elegir. Sin embargo, las reducciones en los
salarios relativos no tienen por qué ocurrir si la demanda de los egresados
también va en aumento y si los empleadores exigen más graduados de postgrado,
de hecho, podrían aumentar si la demanda relativa supera el suministro; si la
demanda está en aumento más rápidamente que la oferta, el salario aumenta, eso
quiere decir, que aunque el número de graduados aumente, los trabajos de
postgrado están aumentando a un ritmo más rápido y por lo tanto se corresponde
con una salario relativamente más alto.
Bajo
ciertas circunstancias la educación puede proporcionar la guía para salir de la
desventaja, al permitir que personas de entornos más pobres puedan salir de la
pobreza. En otras circunstancias la educación refuerza las desigualdades
existentes y puede resultar en un aumento de la desigualdad. Un aspecto
metodológico de estos hallazgos es que los vínculos causales entre retornos a
la educación y la acumulación de la educación son muy bien comprendidos y
debido a esto, ahora hay un amplio consenso sobre la cuestión de la existencia
de rendimientos económicos positivos a la educación. Por lo que cabe considerar
los posibles efectos de la desigualdad de las políticas educativas en todas las
etapas de la secuencia de la enseñanza. Hay la necesidad de diseñar políticas
públicas a las tendencias observadas en la estructura de las calificaciones de
los mercados internacionales de trabajo. Debiéndose destinar recursos hacia el
aumento y la mejora de la formación de personal y el acceso a la educación,
para que las generaciones futuras posean las habilidades necesarias para usar
las tecnologías modernas.
[1] Diversos estudios demuestran que existe antecedentes de una relativa
desventaja de estos niños sobre sus logros escolares.
[2] Ecuación de Ingresos, que se
relaciona registros (Ganancias), años de escolaridad y experiencia, siendo su
fórmula:
Donde w es ganancias, S mide escolaridad, X
denota años de experiencia, y u es un término de error aleatorio.
[3] No se consideran la salud, la delincuencia, el compromiso cívico
participativo y los efectos intergeneracionales de los adultos en la educación
de sus hijos.
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