lunes, 19 de mayo de 2014

EDUCACIÓN Y DESIGUALDAD


EDUCACIÓN Y DESIGUALDAD

El presente es un resumen del artículo presentado por STEPHEN MACHIN, que pretende analizar el impacto de la educación en los resultados económicos y sociales de las personas, y como la educación está ligada a la desigualdad y su desventaja, sobre el entorno familiar (Ingresos) y los aspectos de la vida económica y social. Se suele mencionar que una mayor educación es causa directa de mayores ingresos, así como mayores ingresos permiten acceder a educación “élite”, que con menores ingresos no podría hacerlo. Siendo en la actualidad que la educación es más importante para el mercado de trabajo de lo que era en el pasado, estos cambios han alterado la distribución de los salarios y el empleo, originando que la desigualdad afecte al mercado laboral, a raíz de combinaciones del cambio de la demanda y oferta de más y menos trabajadores altamente calificados. Investigaciones en diversos países han señalado que en hogares más educados ha aumentado el salario familiar o empleo relativo, y que por el contrario, en hogares menos educados ocurre lo inverso, encontrándose un descenso significativo. Sin duda que la educación aumenta las ganancias.

ACCESO A LA EDUCACIÓN Y DESIGUALDAD

La educación está ligada a las desigualdades económicas y sociales experimentadas a lo largo de la duración de la vida de un individuo, esto incluye el pre kínder, kinder, primaria, secundaria y universitaria. Las brechas en las habilidades cognitivas y no cognitivas surgen antes de que los niños vayan a la escuela, y estas brechas están estrechamente vinculadas a desigualdades de ingresos en sus hogares, las habilidades en los niños son rastreables a temprana edad y estas habilidades son factores claves de éxito económico y social. Todo en base a la capacidad económica que tengan las familias de acceder a mejor educación. Está demostrado que el rendimiento escolar es significativamente menor para los niños procedentes de entornos desfavorecidos[1], incluyendo mayores probabilidades de deserción escolar, y menor nivel de calificaciones a través de los años escolares. Pasado la etapa escolar, la desigualdad y desventaja social sigue siendo importante en la siguiente fase de la educación, donde es evidente que las desigualdades educativas vinculadas a antecedentes familiares tienden a persistir y convertirse en más grande. La desigualdad y la desventaja tienden a reducir la probabilidad de participar en la educación superior, demostrándose que las personas de ingresos más bajos tienen significativamente menores tasas de participación a nivel universitario. El autor presenta un cuadro con la tasa de participación de logros educativos en educación de adultos, demostrándose que la tasa de participación es más alta en los países para los más educados. La persistencia de los problemas de habilidades a través de la vida adulta no solo es malo para los individuos (En términos de desempleo, privación y así sucesivamente) sino también para sus familias y el rendimiento educativo de sus hijos (Según estudio PISA). Siendo que los países deben adoptar políticas sociales a fin de dar oportunidades para la educación y distribución de logros educativos, buscando la respuesta a por qué los hogares pobres en muchos países tienden a “menores inversiones” en educación.

SALARIOS Y LA EDUCACIÓN

La pregunta es ¿Qué sucede con el impacto económico de la educación? La mejor educación se asocia con salarios más altos y mejores perspectivas laborales. De acuerdo a la Función de Ingresos[2], herramienta utilizada por los economistas laborales, se analizó diferencias de niveles salariales que obtienen personas con niveles de educación superior con los niveles no terciarios postsecundarios en 15 países. De acuerdo a los resultados, las personas que adquieren más educación se les paga más (Y mejores puestos de trabajo, obvio), siendo este un retorno a la persona que realizó la inversión. Siendo así que el acceso a una mayor educación conduce  significativamente a más altos ingresos. Sin embargo, esta función tiene sus detractores por ser muy “simple”, señalando que para identificar las brechas entre las ganancias, diferente nivel de educación y la escolarización, no contienen todo el conjunto de variables que, en el mundo real[3] se relacionan con el potencial de ganancias.

 CAMBIOS EN LA DESIGUALDAD SALARIAL Y EDUCACIÓN

En esta sociedad contemporánea, más personas tienen acceso a mejor educación que en el pasado. Esto ha tenido importantes implicaciones para la desigualdad del mercado laboral y cómo ha evolucionado en el tiempo, ya que la educación, hoy, es más importante para los resultados del mercado de lo que ocurría en el pasado. De acuerdo con la economía estándar normalmente se cree que, a partir de una posición, la oferta y la demanda están perfectamente igualadas (en un mercado competitivo), un aumento en la oferta de graduados debe, ceteris paribus, conducir a una reducción en el salario relativo entre graduados y no graduados porque los empleadores tienen una gama más amplia de personas igualmente calificadas para poder elegir. Sin embargo, las reducciones en los salarios relativos no tienen por qué ocurrir si la demanda de los egresados también va en aumento y si los empleadores exigen más graduados de postgrado, de hecho, podrían aumentar si la demanda relativa supera el suministro; si la demanda está en aumento más rápidamente que la oferta, el salario aumenta, eso quiere decir, que aunque el número de graduados aumente, los trabajos de postgrado están aumentando a un ritmo más rápido y por lo tanto se corresponde con una salario relativamente más alto.



Bajo ciertas circunstancias la educación puede proporcionar la guía para salir de la desventaja, al permitir que personas de entornos más pobres puedan salir de la pobreza. En otras circunstancias la educación refuerza las desigualdades existentes y puede resultar en un aumento de la desigualdad. Un aspecto metodológico de estos hallazgos es que los vínculos causales entre retornos a la educación y la acumulación de la educación son muy bien comprendidos y debido a esto, ahora hay un amplio consenso sobre la cuestión de la existencia de rendimientos económicos positivos a la educación. Por lo que cabe considerar los posibles efectos de la desigualdad de las políticas educativas en todas las etapas de la secuencia de la enseñanza. Hay la necesidad de diseñar políticas públicas a las tendencias observadas en la estructura de las calificaciones de los mercados internacionales de trabajo. Debiéndose destinar recursos hacia el aumento y la mejora de la formación de personal y el acceso a la educación, para que las generaciones futuras posean las habilidades necesarias para usar las tecnologías modernas.





[1] Diversos estudios demuestran que existe antecedentes de una relativa desventaja de estos niños sobre sus logros escolares.
[2] Ecuación  de Ingresos, que se relaciona registros (Ganancias), años de escolaridad y experiencia, siendo su fórmula:
 Log w: a + bS + c1X+c2X2 + u
  Donde w es ganancias, S mide escolaridad, X denota años de experiencia, y u es un término de error aleatorio.
[3] No se consideran la salud, la delincuencia, el compromiso cívico participativo y los efectos intergeneracionales de los adultos en la educación de sus hijos.

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